Mateo nos contactó para traducir todo lo que tenía en mente y lo que se imaginaba para Passion. El local todavía estaba pelado, en plena obra: mucho olor a pintura y una visión muy clara. Quería una cafetería que mezclara lo familiar con lo cool, lo estético con lo afectivo. Un lugar atendido por sus propios dueños, con café de especialidad y foco en crear una experiencia que diera ganas de volver.

Desde BACK nos encargamos del branding completo desde cero: desde la estrategia hasta la bajada visual. Diseñamos un sistema de identidad flexible, las ilustraciones, el packaging, los uniformes y los vasos.

Hoy, Passion se convirtió en nuestro spot preferido para ir a trabajar, encontrarnos con amigos, desconectar con una taza de café y comprar los ramos de flores más lindos de San Isidro. Es uno de esos proyectos que nos hacen acordar por qué nos dedicamos a esto. Haber acompañado el sueño de Mateo y su familia, y hoy ver todo ese esfuerzo plasmado en un espacio soñado… No tiene precio.